Bajo este sugerente nombre se ha llevado a cabo este fin de semana un blogtrip de esos de quitar el hipo.
Desde la oficina de enoturismo de Valladolid, y en colaboración con algunos de sus asociados se ha invitado a venir a la ciudad de los Rios de Luz, a un aguerrido grupo de blogueros experimentados, a quien he podido acompañar en su periplo entre bodegas, hospederias, tascas y tabernas.
El vino, ese nectar de dioses que une a los hombres y consigue arrancarle un viva hasta a Mariano Rajoy, ha sido el hilo conductor de toda la aventura de #SaboreaValladolid.
Yo, como amante de los viajes y del vino y como profundo admirador de esta tierra que ahora me aloja, tragoncete insaciable y fan incondicional de las tapas y de la cocina de autor, me he sentido en la gloria bendita pudiendo acompañar a los blogueros en esta expedición.
El equipo lo componían Carol de En el camino con moonflower, de la Rioja alavesa; Edu y Erika de Edu&eryviajes, madrileños; Miguel y Vanesa de Miguel en ruta, venidos desde Albacete; y Jose y Rebeca, madrileños también y autores de El rincón de Sele.
La agenda del fin de semana ha sido elaborada por Carolina, de la oficina de enoturismo, quien acompañó al grupo en todo momento junto con Henar, también colaboradora del departamento.
Esto arrancó la tarde del viernes, cuando fueron llegando AVEs y trenes cargaditos de blogueros ansiosos de realizar un blogtrip pasado por agua... y por vino.
Todos ellos fueron registrándose en el pedazo de hotelaco que les tenían reservados: el AC palacio de Santa Ana.
A las 20:30h. un microbus de lo más cuco perteneciente a la flota de la empresa Grandoure, acudió a recoger al grupo para trasladarlo hasta la Bodega de Yllera "El hilo de Ariadna", donde Eva y Carlos, nos acompañaron en un recorrido impresionante por una bodega que se ha querido convertir en algo más que un lugar donde conservar caldos y ofrece a los visitantes un increíble viaje por la mitología griega tomando el mito del Minotauro, como referente para aprender a conocer los vinos del Grupo Yllera.
Al terminar la visita y en una sala de la bodega, nos obsequiaron con una cena a base de platos tradicionales, donde la compañía de los anfitriones y su simpatía fue lo único que pudo hacer sombra a unas chuletillas de lechazo que aún se me aparecen en sueños (que cosa más rica madre mía los verdejos y tintos de Rueda nos transportaron al Olimpo entre aromas afrutados, dulzor y cuerpo.)
¡¡¡De escandalo oiga!!!!
Volvimos al hotel más contentos que un gatete en una tienda de ovillos.
Antes de retirarnos a dormir, algunos valientes nos animamos a tomar un copazo en un bar de las inmediaciones, pero eso... es otra historia. ;)
El sábado por la mañana, exactamente a las nueve, embarcamos en el microbus y nos dirigimos a la Ribera de Duero, para conocer la bodega de Viña Mayor.
¡¡¡Que despliegue por el amor de Dios!!!
Semejante bodega espectacular, donde nos explicaron todos los secretos de la elaboración del vino, aprendimos todo sobre las barricas, los corchos, los procesos...
Unos audiovisuales de nominación a los Oscar y un trato excelente, amen de la cata y degustación de varios de sus vinos (entre ellos, el "Secreto") nos dejaron completamente entregados a esta casa.
Salimos de allí maravillados y el autobús nos traslado hasta la vecina Peñafiel, visita a la Plaza del Coso (preciosa) paseo por el Castillo Museo del Vino (espectacular) y rumbo a la Bodega Cepa 21, donde aparte de degustar sus caldos y admirar su sala de barricas, tuvimos el privilegio de comer en su moderno restaurante.
El trabajo de su Chef, Alberto, a lo largo de los doce platos que componían el menú degustación nos dejó con la boca abierta.
Canelones de lechazo, sopa de cocido deconstruido, unas carrilleras sublimes... en fin... festival de los sabores.
Menos mal que tras despedirnos de Chelo, Maria y Alberto y prometer una nueva visita, pudimos hacer un poquito la boa en el trayecto hasta Valladolid, porque al llegar tan solo tuvimos tiempo para una duchita rápida y vuelta al follón.
Un paseito rápido por la ciudad y a la vinoteca "Señorita malauva" a jugar con los sentidos y los sabores.
Como siempre, Gustavo nos sorprendió y nos divirtió por partes iguales. Chapeou Gustavo.
De allí y de la mano de "Josean", sumiller profesional artífice de "Catadolid" y perteneciente a la empresa "Enoturismo España" hicimos un recorrido por algunos de los mejores establecimientos de Valladolid, donde degustamos pinchos ganadores de diversas ediciones del Concurso nacional de Tapas y pinchos de Valladolid.
Todo ello, acompañado de unos vinos para quitarse el sombrero.
Pasamos por el Ángela, visitamos a "Paco", emblematico cheff de la Criolla y estuvimos con los hermanos Javier y Antonio, en una visita privada a la taberna japonesa Wabi-sabi, aún no abierta al publico y espectacular local que será un éxito seguro.
Sencillamente impresionante.
Estos simpáticos hermanos hosteleros, nos acompañaron para finalizar hasta otro local de su propiedad "Los zagales de la abadia", donde entre unas deliciosas y originales tapas, maridadas con un vino de la talla de Dehesa de los canónigos, rematamos la jornada.
El domingo y antes de trasladarnos hasta la cercana localidad de Cubillas, aprovechamos un ratito para acercarnos hasta el Museo Patio Herreriano, donde invitados por Cristina Fontaneda pudimos admirar su claustro y la impactante instalación que se expone en la "Capilla" del museo.
Un no parar...
En Cubillas nos recibió Pablo, propietario de la Bodega Santamaria, una bodega familiar de las de toda la vida, de esas donde se han pasado muy buenos ratos volcando cariño y buen hacer en la elaboración de sus rosados, blancos y tintos.
Con Pablo degustamos tres de sus caldos y acompaño el "chateo" a la vieja usanza, con queso, lomo, salchichón...
Madre mía... que cosas más ricas.
Viva el cerdo!! ...me gustan hasta tus andares.
Casi con lágrimas en los ojos le dijimos adiós a Pablo ya que la agenda nos obligaba a desplazarnos hasta Valoria, para no dejar Valladolid sin pasar por Hospederia Concejo.
Enrique Concejo, nos acompañó por un recorrido en el tiempo, ya que la hospedería se encuentra construida sobre una antigua fortificación de la orden de Calatrava.
La familia Concejo elabora también varias gamas de vinos, rosados (hay que tener en cuenta que al igual que Santamaria, las Bodegas Concejo pertenecen a la D.O Cigales, famosa por sus rosados), tintos y un vino francamente curioso, el "DOLCE", una gama dedicada a gente joven y cosmopolita, dulce, refrescante... en fin, para beberte una botella como quien se bebe un refresquito o una deliciosa cerveza.
Catamos sus "retoños" y disfrutamos de la calidad de su trabajo, al tiempo que nos deleitamos con las creaciones de Jorge, el Chef de "El sueño del general", el restaurante de la hospedería.
Vaya un cocinero... enamoradito me tiene, qué platos y qué tapas más estupendos.
A esas alturas os podeis imaginar... buscando el teléfono de un endocrino de urgencias.
Un abrazote a Enrique y vuelta al autobús que está vez ya nos traslado hasta la estación de Renfe, donde entre besos y promesas de regresar, nos despedimos del grupo que durante todo el fin de semana, compuso #SaboreaValladolid.
En fin... que ha sido un blogtrip de volverse loco de gustito y que me quedo con la sensación de haber ganado, además de unos cuantos kilitos, un buen número de amigos.
Seguiremos informando.
Pasaos por Valladolid, que no tiene desperdicio.
Que bueno.. y esto del blog trip lo vais a hacer hacia otro tipo de sectores culturales? como Rutas o turismo Familiar? Os lo habréis pasado todos de miedo..
ResponderEliminarMuy buen resumen si señor!! Arriba Gizmo ;))
ResponderEliminarQuerido anónimo, Valladolid está abierto a todo tipo de turismo, el familiar es primordial y desde la oficina de Turismo de Valladolid, se ofrece información para ello.
ResponderEliminarPor supuesto, trataré de adelantar información aquí.
Miguel...que decir...ha sido un lujazo teneros en @Saborea Valladolid.
Qué suerte, Gizmo! Poder probar todas esas delicias y los fantásticos vinos en las mismas bodegas. Sigo tus andanzas desde Barcelona. Ya contarás lo de ese restaurante japonés que has visitado antes de que abriera...
ResponderEliminarHola maja!!!!
ResponderEliminarpues hoy he vuelto al Wabi-sabi.
Lo cierto es que conozco varios restaurantes japos...pero nada que ver.
Es otra historia, muy original, muy especial, muy chulo.
En cuanto a suerte...pues si, la verdad, pero más por conocer toda la gente que estoy conociendo.
Soy un bichico afortunado.
genial repaso al fin de semana Gizmo! Fue genial compartir todas esas experiencias con todos vosotros.
ResponderEliminarUn abrazo
Otro para ti, Carol.
ResponderEliminarHabéis sido la mejor de las compañías durante todo el fin de semana y he aprendido mucho con todos.
Ya sabes donde estamos.