Podría ser el grito corsario, aunque ellos son más de vocear poco y trabajar mucho.
El pasado sábado me acerqué hasta el Teatro Calderón de Valladolid, para asistir a la representación de "El médico de su honra", llevada a escena por la compañía vallisoletana "Teatro Corsario".
La adaptación de esta obra de Calderón de la Barca, la ha realizado el director de la compañía, actor y un poco hombre para todo, Jesús Peña.
Antes de la función y gracias a las gestiones de la estupendísima y simpatiquísima jefa de sala, Sara, consigo meterme entre bambalinas y charlar un ratito con Jesús.
Un tipo realmente interesante Jesús, se le nota en la cara que vive el teatro hasta lo más profundo de sus ser.
Esta compañía, para el que no la conozca, es seguramente una de las mejores de España en lo que a teatro clásico se refiere, aunque también ha dado muchísimas alegrias con sus espectáculos de títeres para adultos, con su famosísimo "Pasión" y con todo lo que llevan a cabo.
Hace no mucho, la enfermedad les arrebató a Fernando Urdiales, (un hombre llamado teatro) pero Corsario sigue y tras soltarse de su mano, continúan haciendo lo que mejor saben hacer. trabajar para el público.
Este montaje se estrenó en 2012 en Salamanca, debido a desajustes entre el tiempo de ensayos y la programación del Teatro Calderón, pero al fin han podido ponerlo en la que es su espacio natural en la ciudad que les apoya y les ovaciona.
Porque Corsario sí son profetas en su tierra.
Preocupados por la situación actual de las artes escénicas y enfadados ante un gobierno que se empeña en mantener una política que graba la cultura con dolorosos impuestos y que hace que los espectadores dosifiquen la asistencia a los espectáculos, ellos solo pueden hacer frente a este momento con trabajo y más trabajo y con uno o dos agujeritos más en el ya perforado en exceso cinturón.
Ocupé mi localidad en la platea y asistí a una función que mantuvo al público pegadico a sus butacas.
Una escenografía muy bien resuelta con elementos mínimos y muy sencillos y un trabajo actoral de los de quitar "el sentio".
Al terminar y tras dar más palmas que los músicos de Lola Flores, me quedé un ratito paseando por el teatro, en lo que el público iba desalojando la sala.
No se si ustedes conocen el Teatro Calderón, pero si no es así, este es otro buen motivo para acercarse por Valladolid.
Situado en pleno centro histórico, frente a la iglesia de Las angustias, este teatro remodelado hace unos pocos años y sede de la famosa SEMINCI, impresiona a cualquiera que se detenga a contemplar su exquisita arquitectura.
Desde las butacas de sala hasta el "paraíso", todo está cuidado al detalle.
Ademas de su sala principal, el Calderón cuenta con una sala denominada "Delibes" y con "El desván del Calderón" donde se programan semanalmente actividades de todo tipo.
Las salas de ensayo, los camerinos y el famoso "salón de los espejos" hacen de este teatro el buque insignia de las salas de Valladolid.
Junto con la "Concha Velasco" el Teatro Calderón programa los espectáculos de mayor calidad de esta ciudad.
Lo cierto es que cuenta con un buen equipo de profesionales, que asumen mucha responsabilidad e infinidad de funciones, pero que se vuelcan en que el público salga satisfecho ya no solo ante los espectáculos programados, sino también con la calidad de la atención recibida y de las instalaciones.
Pasen ustedes por su web y prográmense un fin de semana perfecto en el que Valladolid se vista de vino, gastronomía y teatro.
Lo van a disfrutar.
Palabra de Mogway.
martes, 30 de abril de 2013
miércoles, 24 de abril de 2013
Lo tuyo es puro teatro.
Pero qué ganas tenía de escribir sobre el TAC (Festival de teatro y artes de calle de Valladolid)
Si hay algo que me resulte más apasionante que un gran reserva, un plato de autor o una mujer bonita, eso es el teatro.
Bueno... no tiene porque ser en ese orden.
El teatro es parte de nuestra vida, todos interpretamos en alguna ocasión y todos sin saberlo, asistimos a más representaciones de las que nos pensamos.
Para hablar del TAC, me he acercado a charlar con uno de los creadores, programador y motor de este pedazo de festival. Javier Varillas (Vari)
El TAC arranca hace más de 20 años, cuando durante las fiestas de carnaval, se desarrollaba una serie de actividades en torno a la "máscara".
A raíz de este concepto, se fue creando un encuentro de teatro y artes de calle que al poco tiempo se consolidó de manera natural y dió lugar a lo que ahora disfrutamos la última semana del mes de mayo, cada año.
Según Javier, la tremenda respuesta de público de este festival internacional (más de 200.000 espectadores) se debe a la confluencia de varios factores.
La buena infraestructura de la ciudad, con calles peatonales, servicios hosteleros de reconocido prestigio, la gran oferta gastronómica y enológica, la ausencia de problemas de orden, la oferta museística que complementa la visita a la ciudad, el gran ambiente familiar...
Todo ello, hace que el plan de desplazarse hasta Valladolid durante el TAC sea más que apetecible.
Desde diversos lugares de España y del resto del mundo, se acercan familias, parejas y grupos de amigos para pasar unos días con la mochila a la espalda pateando las calles y asistiendo a las más de 200 representaciones que llevan a cabo las más de 50 compañías que desembarcan en Valladolid, más la decena de compañías vallisoletanas que también participan en el festival.
La oferta de espectáculos gratuitos en las calles es brutal, y es una gozada ver a la gente de un lado para otro buscando representaciones y participando activamente de ellas.
El teatro de calle, se complementa con un buen número de espectáculos en las diferentes salas de Valladolid, como el teatro Calderón o el LAVA.
Este año el hilo conductor del TAC será el circo, en un merecido homenaje al circo Price.
Javier nos recomienda especialmente una serie de espectáculos que no debemos perdernos:
"Senza tempo", en la Plaza mayor, un espectáculo de danza contemporánea, el espectáculo de fuego de "Salamandre", "Naufragos"... y yo sumo a lo propuesto por las compañías "Factoría del mapofhono" y"Guetho".
El presupuesto para el TAC se ha mantenido desde el año pasado, aunque el esfuerzo económico lo soporta integramente el Ayuntamiento de Valladolid con la ayuda de "Aguas de Valladolid".
Preocupado por los problemas acaecidos ultimamente en torno a la denominada "Cultura de base", Javier se muestra muy interesado por las propuestas alternativas de teatro en Bares, pequeñas salas y espacios diferentes, pero atendiendo a cierta regularización que permita convivir todo tipo de propuestas que enriquecen al ciudadano como espectador y receptor de la diversa oferta cultural vallisoletana.
Las entradas para los espectáculos de sala del TAC estarán a la venta en Internet a partir del día 2 de mayo, así como en la taquilla del LAVA.
Yo os recomiendo que si vivís en Valladolid, os echéis a la calle a disfrutar y si no residís aquí, que os organicéis para venir a pasar unos días, porque este es uno de los eventos más espectaculares del año y dota a la ciudad de una vida y una alegría que nada tiene que envidiar a las urbes más cosmopolitas.
Yo particularmente se que me lo voy a pasar pirata con mi mochilita de un lado a otro y como además, el tiempo suele acompañar, no habrá quien me meta en casa.
En fin... que no dejéis de venir, y ya de paso, unos vinitos y unos pinchos, que aquí hay un vino y una gastronomía de volverse loco.
Palabra de Mogway.
Si hay algo que me resulte más apasionante que un gran reserva, un plato de autor o una mujer bonita, eso es el teatro.
Bueno... no tiene porque ser en ese orden.
El teatro es parte de nuestra vida, todos interpretamos en alguna ocasión y todos sin saberlo, asistimos a más representaciones de las que nos pensamos.
Para hablar del TAC, me he acercado a charlar con uno de los creadores, programador y motor de este pedazo de festival. Javier Varillas (Vari)
El TAC arranca hace más de 20 años, cuando durante las fiestas de carnaval, se desarrollaba una serie de actividades en torno a la "máscara".
A raíz de este concepto, se fue creando un encuentro de teatro y artes de calle que al poco tiempo se consolidó de manera natural y dió lugar a lo que ahora disfrutamos la última semana del mes de mayo, cada año.
Según Javier, la tremenda respuesta de público de este festival internacional (más de 200.000 espectadores) se debe a la confluencia de varios factores.
La buena infraestructura de la ciudad, con calles peatonales, servicios hosteleros de reconocido prestigio, la gran oferta gastronómica y enológica, la ausencia de problemas de orden, la oferta museística que complementa la visita a la ciudad, el gran ambiente familiar...
Todo ello, hace que el plan de desplazarse hasta Valladolid durante el TAC sea más que apetecible.
Desde diversos lugares de España y del resto del mundo, se acercan familias, parejas y grupos de amigos para pasar unos días con la mochila a la espalda pateando las calles y asistiendo a las más de 200 representaciones que llevan a cabo las más de 50 compañías que desembarcan en Valladolid, más la decena de compañías vallisoletanas que también participan en el festival.
La oferta de espectáculos gratuitos en las calles es brutal, y es una gozada ver a la gente de un lado para otro buscando representaciones y participando activamente de ellas.
El teatro de calle, se complementa con un buen número de espectáculos en las diferentes salas de Valladolid, como el teatro Calderón o el LAVA.
Este año el hilo conductor del TAC será el circo, en un merecido homenaje al circo Price.
Javier nos recomienda especialmente una serie de espectáculos que no debemos perdernos:
"Senza tempo", en la Plaza mayor, un espectáculo de danza contemporánea, el espectáculo de fuego de "Salamandre", "Naufragos"... y yo sumo a lo propuesto por las compañías "Factoría del mapofhono" y"Guetho".
El presupuesto para el TAC se ha mantenido desde el año pasado, aunque el esfuerzo económico lo soporta integramente el Ayuntamiento de Valladolid con la ayuda de "Aguas de Valladolid".
Preocupado por los problemas acaecidos ultimamente en torno a la denominada "Cultura de base", Javier se muestra muy interesado por las propuestas alternativas de teatro en Bares, pequeñas salas y espacios diferentes, pero atendiendo a cierta regularización que permita convivir todo tipo de propuestas que enriquecen al ciudadano como espectador y receptor de la diversa oferta cultural vallisoletana.
Las entradas para los espectáculos de sala del TAC estarán a la venta en Internet a partir del día 2 de mayo, así como en la taquilla del LAVA.
Yo os recomiendo que si vivís en Valladolid, os echéis a la calle a disfrutar y si no residís aquí, que os organicéis para venir a pasar unos días, porque este es uno de los eventos más espectaculares del año y dota a la ciudad de una vida y una alegría que nada tiene que envidiar a las urbes más cosmopolitas.
Yo particularmente se que me lo voy a pasar pirata con mi mochilita de un lado a otro y como además, el tiempo suele acompañar, no habrá quien me meta en casa.
En fin... que no dejéis de venir, y ya de paso, unos vinitos y unos pinchos, que aquí hay un vino y una gastronomía de volverse loco.
Palabra de Mogway.
viernes, 19 de abril de 2013
Artistas Vallisoletanos: Dani Mayo.
Artistas vallisoletanos.
Esta va a ser una sección de mi blog, donde desde ahora y ocasionalmente aprovecharé para hablaros de la cantera de artistazos y artistazas que he descubierto en Valladolid.
Si es que en esta ciudad tienen de todo, y aquí estoy yo para contároslo.
Voy a empezar esta sección del blog, con Dani Mayo.
Dani, es un artista que nació en Valladolid hace tan solo treinta primaveras, pero cuya obra ha conseguido hacerse un hueco en el sector muy rápidamente, ya que es tan fresca y original, que habla por si misma.
Las "Chicas" Dani Mayo, son absolutamente reconocibles y muy, muy personales, ya que este joven pintor, ha sabido dotarlas de su propia personalidad.
Dani pinta desde muy pequeño, pero su trabajo en diversas aerolíneas le llevó a ubicar su residencia durante unos años en Tenerife, lejos de su gente y su tierra y es allí donde se refugió en la pintura como forma de vencer ese miedo a la distancia y a la soledad, o como solemos decir... a la nostalgia.
Formado entre fancines y mangas, comics y estéticas "japo", su estilo derivó hasta el "pop" más exquisito, como se puede apreciar en la colección que ahora mismo expone en el centro de recursos turísticos de Valladolid.
Volvió a su ciudad natal por asuntos del corazón, ya que fue una hermosa historia de amor la que le trajo de nuevo a esta villa (que bonito... leñe... que envidia).
Aquí ha trabajado mucho y muy duro y poco a poco se ha hecho un lugar importante en los círculos artísticos de la urbe.
Hace tan solo unas semanas, descubrió a sus paisanos la "Plaza de las ciudades hermanas" a través de una serie de mujeres que representan y simbolizan cada una de las ciudades hermanadas con Valladolid.
El color rosa, dominante en sus preferencias, hace referencia continua a la alegría y espontaneidad que le caracteriza, tanto pintando, como en el trato personal (doy fe... que me he tomado alguna cañita con él).
Ama su tierra y se reconoce a si mismo pintando en su rincón favorito: El pasaje Gutierrez (si no lo conocéis, os recomiendo que os acerquéis a visitarlo, ya que es una preciosidad) y disfruta por igual de un "lechazo" asado en horno de leña que de una ración de Sushi.
Si venís por Valladolid, os recomiendo acercaros a conocer la obra de este chico sencillo y simpaticote, ya que se está convirtiendo en un valor seguro de la pintura vallisoletana.
De paso y si queréis disfrutar igual que él, con la gastronomía que aquí tenemos, en Valladolid podréis comer un "lechazo" de escándalo en un buen número de establecimientos (Figón de recoletos, Parrilla de San Lorenzo, Centro Segoviano...) y un Sushi de primera en la taberna japonesa "Wabi-Sabi".
Esta va a ser una sección de mi blog, donde desde ahora y ocasionalmente aprovecharé para hablaros de la cantera de artistazos y artistazas que he descubierto en Valladolid.
Si es que en esta ciudad tienen de todo, y aquí estoy yo para contároslo.
Voy a empezar esta sección del blog, con Dani Mayo.
Dani, es un artista que nació en Valladolid hace tan solo treinta primaveras, pero cuya obra ha conseguido hacerse un hueco en el sector muy rápidamente, ya que es tan fresca y original, que habla por si misma.
Las "Chicas" Dani Mayo, son absolutamente reconocibles y muy, muy personales, ya que este joven pintor, ha sabido dotarlas de su propia personalidad.
Dani pinta desde muy pequeño, pero su trabajo en diversas aerolíneas le llevó a ubicar su residencia durante unos años en Tenerife, lejos de su gente y su tierra y es allí donde se refugió en la pintura como forma de vencer ese miedo a la distancia y a la soledad, o como solemos decir... a la nostalgia.
Formado entre fancines y mangas, comics y estéticas "japo", su estilo derivó hasta el "pop" más exquisito, como se puede apreciar en la colección que ahora mismo expone en el centro de recursos turísticos de Valladolid.
Volvió a su ciudad natal por asuntos del corazón, ya que fue una hermosa historia de amor la que le trajo de nuevo a esta villa (que bonito... leñe... que envidia).
Aquí ha trabajado mucho y muy duro y poco a poco se ha hecho un lugar importante en los círculos artísticos de la urbe.
Hace tan solo unas semanas, descubrió a sus paisanos la "Plaza de las ciudades hermanas" a través de una serie de mujeres que representan y simbolizan cada una de las ciudades hermanadas con Valladolid.
El color rosa, dominante en sus preferencias, hace referencia continua a la alegría y espontaneidad que le caracteriza, tanto pintando, como en el trato personal (doy fe... que me he tomado alguna cañita con él).
Ama su tierra y se reconoce a si mismo pintando en su rincón favorito: El pasaje Gutierrez (si no lo conocéis, os recomiendo que os acerquéis a visitarlo, ya que es una preciosidad) y disfruta por igual de un "lechazo" asado en horno de leña que de una ración de Sushi.
Si venís por Valladolid, os recomiendo acercaros a conocer la obra de este chico sencillo y simpaticote, ya que se está convirtiendo en un valor seguro de la pintura vallisoletana.
De paso y si queréis disfrutar igual que él, con la gastronomía que aquí tenemos, en Valladolid podréis comer un "lechazo" de escándalo en un buen número de establecimientos (Figón de recoletos, Parrilla de San Lorenzo, Centro Segoviano...) y un Sushi de primera en la taberna japonesa "Wabi-Sabi".
viernes, 12 de abril de 2013
Museo Patio Herreriano.
Ya tenemos plan para este finde.
Han prolongado la expo "Fisuras" de Ignacio llamas en el Museo Patio Herreriano.
Veníos a Valladolid y acercaros hasta este museo. En el Patio Herreriano confluye lo mejor de las nuevas tendencias artisticas y ya solo el edificio donde se alberga es digno de visitar.
El claustro es un pasote.
Muy cerquita tenemos lo más granado de la gastronomia pucelana: Los Zagales, el Wabi/Sabi, la Tasquita, el Vino tinto... en fin.
Una escapada perfecta.
Arte y gastronomia.
Maridaje perfecto.
lunes, 8 de abril de 2013
Entre animalicos del señor.
Así me pasé la mañana del sábado.
Resulta que en el Museo de la Ciencia de Valladolid, han estrenado una nueva exposición sobre animales y será por lo que me toca, pero de esas no me pierdo ni una.
Así que ni corto ni perezoso hasta allí que me fui, con la cámara de fotos y ganas de pasar un buen día.
Ya que estaba, y aconsejado por las amables señoritas de información, adquirí una entrada para visitar no solo esta expo, sino también el planetario y el resto de las salas del museo.
Lo del planetario un acierto oiga, porque como había salido la noche antes, comenzar la jornada con un pedazo de película sobre estrellas, constelaciones y demás, en una butaquita cómoda, con un ambiente relajante y lo espectacular de la pantalla gigante y de 360 grados, pues que os voy a contar... casi como lo de ponerse a Custó en La 2 después de comer.
Es impresionante ver todo lo que nos perdemos por la contaminación lumínica.
Si es que los seres humanos a veces sois de lo peorcito.
En fin...
Al salir del planetario hice buenas migas con un chaval que había ido acompañado por su madre (muy majo él, muy mona ella) y decidimos visitar el museo todos juntos, en amor y compañía.
Pasamos a la sala donde han instalado "Señores de la sabana y otros animales salvajes", una expo interactiva donde pequeños, grandes y Mogwais podemos descubrir un montón de cosas en torno a un buen número de animales salvajes.
La práctica totalidad de los animales expuestos, son ejemplares naturalizados mediante taxidermia (nada que ver con transporte de pasajeros, sino con una técnica de conservación de los cuerpos) los esqueletos son naturales y tan solo el hipopótamo y el rinoceronte son reproducciones.
A lo largo de la visita, pudimos toquetear paneles y tablets donde reproducir los rugidos y sonidos que emiten los distintos animales, aprender sobre sus hábitats y demás.
Muy interesante y un buen plan para disfrutar con esos otros animalitos que tenéis en casa y a los que llamáis "hijos".
Ya puestos y aprovechando lo bien que lo estábamos pasando, nos recorrimos el resto del museo.
El Museo de la Ciencia alberga diversas exposiciones permanentes de temáticas muy variadas y con las que uno puede estar horas y horas aprendiendo cosas nuevas.
Me gustaría destacar una pequeña muestra, en la que se expone el trabajo de los voluntarios que limpian de porquería las aguas y los cauces de nuestros ríos.
No dejéis de verla, a ver si se nos activa un poquito la conciencia social y natural, que los recursos son de todos y para el disfrute de todos.
Al terminar de pasear por las distintas salas del museo, no nos fuimos sin acercarnos antes a ver "La casa del río", un espacio situado al cruzar la pasarela peatonal, donde se muestran "vivitas y coleando" todas las especies de peces, anfibios y crustáceos que habitan o habitaron las aguas y riberas del Pisuerga.
Muy bien lo pasamos.
Al final un día entrañable, lleno de cositas interesantes, hice un nuevo amigo, pude acercarme a un león sin peligro a ser devorado como un canapé del "Gero" y para rematar la faena, la mamá de mi nuevo amiguito me dio su número de teléfono.
Que más se puede pedir. ;)
Resumiendo:
Si tenéis cachorrillos humanos en casa, acercaos por el Museo de la Ciencia de Valladolid, entrad en su web y consultar horarios y tarifas y actividades educativas para los peques.
No os vais a arrepentir y será un complemento estupendo para el fin de semana.
Palabra de Mogwai.
Resulta que en el Museo de la Ciencia de Valladolid, han estrenado una nueva exposición sobre animales y será por lo que me toca, pero de esas no me pierdo ni una.
Así que ni corto ni perezoso hasta allí que me fui, con la cámara de fotos y ganas de pasar un buen día.
Ya que estaba, y aconsejado por las amables señoritas de información, adquirí una entrada para visitar no solo esta expo, sino también el planetario y el resto de las salas del museo.
Lo del planetario un acierto oiga, porque como había salido la noche antes, comenzar la jornada con un pedazo de película sobre estrellas, constelaciones y demás, en una butaquita cómoda, con un ambiente relajante y lo espectacular de la pantalla gigante y de 360 grados, pues que os voy a contar... casi como lo de ponerse a Custó en La 2 después de comer.
Es impresionante ver todo lo que nos perdemos por la contaminación lumínica.
Si es que los seres humanos a veces sois de lo peorcito.
En fin...
Al salir del planetario hice buenas migas con un chaval que había ido acompañado por su madre (muy majo él, muy mona ella) y decidimos visitar el museo todos juntos, en amor y compañía.
Pasamos a la sala donde han instalado "Señores de la sabana y otros animales salvajes", una expo interactiva donde pequeños, grandes y Mogwais podemos descubrir un montón de cosas en torno a un buen número de animales salvajes.
La práctica totalidad de los animales expuestos, son ejemplares naturalizados mediante taxidermia (nada que ver con transporte de pasajeros, sino con una técnica de conservación de los cuerpos) los esqueletos son naturales y tan solo el hipopótamo y el rinoceronte son reproducciones.
A lo largo de la visita, pudimos toquetear paneles y tablets donde reproducir los rugidos y sonidos que emiten los distintos animales, aprender sobre sus hábitats y demás.
Muy interesante y un buen plan para disfrutar con esos otros animalitos que tenéis en casa y a los que llamáis "hijos".
Ya puestos y aprovechando lo bien que lo estábamos pasando, nos recorrimos el resto del museo.
El Museo de la Ciencia alberga diversas exposiciones permanentes de temáticas muy variadas y con las que uno puede estar horas y horas aprendiendo cosas nuevas.
Me gustaría destacar una pequeña muestra, en la que se expone el trabajo de los voluntarios que limpian de porquería las aguas y los cauces de nuestros ríos.
No dejéis de verla, a ver si se nos activa un poquito la conciencia social y natural, que los recursos son de todos y para el disfrute de todos.
Al terminar de pasear por las distintas salas del museo, no nos fuimos sin acercarnos antes a ver "La casa del río", un espacio situado al cruzar la pasarela peatonal, donde se muestran "vivitas y coleando" todas las especies de peces, anfibios y crustáceos que habitan o habitaron las aguas y riberas del Pisuerga.
Muy bien lo pasamos.
Al final un día entrañable, lleno de cositas interesantes, hice un nuevo amigo, pude acercarme a un león sin peligro a ser devorado como un canapé del "Gero" y para rematar la faena, la mamá de mi nuevo amiguito me dio su número de teléfono.
Que más se puede pedir. ;)
Resumiendo:
Si tenéis cachorrillos humanos en casa, acercaos por el Museo de la Ciencia de Valladolid, entrad en su web y consultar horarios y tarifas y actividades educativas para los peques.
No os vais a arrepentir y será un complemento estupendo para el fin de semana.
Palabra de Mogwai.
miércoles, 3 de abril de 2013
Santa Semana
...la que hemos pasado en Valladolid, a fe mía.
Pónganse en mi lugar, un Mogwai, que no puede mojarse porque se reproduce en el acto, con lo cara que está la ropa de bebé y con la de responsabilidades que conlleva la paternidad.
Pues nada, todo el día aterrado mirando al cielo y con el chubasquero de cuerpo entero y un paraguas tamaño King-size.
Pero como sarna con gusto, no pica, yo me he echado a la calle con la ilusión del que se va a encontrar con algo diferente.
Lo cierto es que en efecto, el tiempo no ha respetado mucho y tan solo he podido asistir a unas cuantas procesiones, aquellas que no se suspendieron por las inclemencias meteorológicas.
Desde luego los que me insistieron en salir a la calle llevaban razón: la Semana Santa vallisoletana es algo excepcional.
Partimos de la base de que la imaginería es espectacular, ya que en cualquier esquina uno puede toparse con tallas de autores como Juan De Juni, Alonso Berruguete o Gregorio Fernandez, auténticas joyas escultóricas que magnifican en sus detalles la pasión, el sufrimiento y el rigor de los pasajes del nuevo testamento que representan.
Vamos... que se queda uno de piedra al ver desfilar un Cristo camino del Calvario, una Virgen de las Angustias o un Jesús crucificado.
El público que asiste a estas procesiones, se imbuye del sentimiento de los cofrades y predomina el silencio y el respeto, alterado tan solo por los tambores y las cornetas.
Puedes ser religioso, puedes no serlo, pero de alguna manera este tipo de celebraciones invitan al recogimiento.
Valladolid vive de una manera muy particular la Semana Santa, de una forma muy distante a la algarabía de otras Semanas Santas españolas.
No digo que sea mejor, ni peor, simplemente tiene un algo muy especial.
Después de las procesiones, no he dudado en patearme los bares y restaurantes de la ciudad, que en muchas ocasiones colgaron el cartel de completo ya que la afluencia de turistas en estas fechas es considerable.
El vino como elemento aglutinador, cobijando un sin fin de pinchos y tapas donde se reconoce el porqué Valladolid es un referente en el terreno gastronómico.
Vamos...que me he puesto como un osete.
He aprovechado para charlar con muchos forasteros y la verdad es que en su gran mayoría, y dejando el clima aparte, las sensaciones eran estupendas.
Desde la oficina de Turismo se ofertaron un buen número de rutas por la ciudad, algunas nuevas y exclusivas para este tiempo litúrgico, en las que imagineros e imaginería cobraban vida y aclaraban algunos de los misterios que envuelven a la Semana Santa vallisoletana.
No puedo obviar la "Ruta del hereje" tomada de las descripciones del famoso libro del escritor vallisoletano Miguel Delibes.
Tampoco puedo dejar de hacer referencia a la singular ruta de "El bus del vino" en la que un autobús recorre la Ribera del Duero, realizando catas, visitas culturales y degustaciones.
La oferta turística es muy amplia en Semana Santa y todos se esfuerzan para que la estancia de aquellos que se acercan por aquí, sea lo más agradable y completa posible.
Ya lo he vivido y ya lo he experimentado en mis carnes, por lo que os invito a acercaros el año próximo y disfrutar de unos días realmente emocionantes y singulares en Valladolid.
De verdad, hay mucho que ve en esta ciudad y mucho que recomendar, pero la Semana Santa es una apuesta segura.
Palabra de Mogwai.
Pónganse en mi lugar, un Mogwai, que no puede mojarse porque se reproduce en el acto, con lo cara que está la ropa de bebé y con la de responsabilidades que conlleva la paternidad.
Pues nada, todo el día aterrado mirando al cielo y con el chubasquero de cuerpo entero y un paraguas tamaño King-size.
Pero como sarna con gusto, no pica, yo me he echado a la calle con la ilusión del que se va a encontrar con algo diferente.
Lo cierto es que en efecto, el tiempo no ha respetado mucho y tan solo he podido asistir a unas cuantas procesiones, aquellas que no se suspendieron por las inclemencias meteorológicas.
Desde luego los que me insistieron en salir a la calle llevaban razón: la Semana Santa vallisoletana es algo excepcional.
Partimos de la base de que la imaginería es espectacular, ya que en cualquier esquina uno puede toparse con tallas de autores como Juan De Juni, Alonso Berruguete o Gregorio Fernandez, auténticas joyas escultóricas que magnifican en sus detalles la pasión, el sufrimiento y el rigor de los pasajes del nuevo testamento que representan.
Vamos... que se queda uno de piedra al ver desfilar un Cristo camino del Calvario, una Virgen de las Angustias o un Jesús crucificado.
El público que asiste a estas procesiones, se imbuye del sentimiento de los cofrades y predomina el silencio y el respeto, alterado tan solo por los tambores y las cornetas.
Puedes ser religioso, puedes no serlo, pero de alguna manera este tipo de celebraciones invitan al recogimiento.
Valladolid vive de una manera muy particular la Semana Santa, de una forma muy distante a la algarabía de otras Semanas Santas españolas.
No digo que sea mejor, ni peor, simplemente tiene un algo muy especial.
Después de las procesiones, no he dudado en patearme los bares y restaurantes de la ciudad, que en muchas ocasiones colgaron el cartel de completo ya que la afluencia de turistas en estas fechas es considerable.
El vino como elemento aglutinador, cobijando un sin fin de pinchos y tapas donde se reconoce el porqué Valladolid es un referente en el terreno gastronómico.
Vamos...que me he puesto como un osete.
He aprovechado para charlar con muchos forasteros y la verdad es que en su gran mayoría, y dejando el clima aparte, las sensaciones eran estupendas.
Desde la oficina de Turismo se ofertaron un buen número de rutas por la ciudad, algunas nuevas y exclusivas para este tiempo litúrgico, en las que imagineros e imaginería cobraban vida y aclaraban algunos de los misterios que envuelven a la Semana Santa vallisoletana.
No puedo obviar la "Ruta del hereje" tomada de las descripciones del famoso libro del escritor vallisoletano Miguel Delibes.
Tampoco puedo dejar de hacer referencia a la singular ruta de "El bus del vino" en la que un autobús recorre la Ribera del Duero, realizando catas, visitas culturales y degustaciones.
La oferta turística es muy amplia en Semana Santa y todos se esfuerzan para que la estancia de aquellos que se acercan por aquí, sea lo más agradable y completa posible.
Ya lo he vivido y ya lo he experimentado en mis carnes, por lo que os invito a acercaros el año próximo y disfrutar de unos días realmente emocionantes y singulares en Valladolid.
De verdad, hay mucho que ve en esta ciudad y mucho que recomendar, pero la Semana Santa es una apuesta segura.
Palabra de Mogwai.
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