Pues la verdad es que aunque sea un título de lo más cinematográfico, en esta entrada quiero hablaros de lo fenomenal que es Valladolid para pasear en esta estación, generalmente asociada a lo desapacible y lo triste.
Todo lo contrario.
Desde la Oficina de Turismo de Valladolid se han dado cuenta de que las ciudades son para disfrutarlas durante todo el año, no vas a salir solo en primavera o en verano, y han creado una serie de rutas y de visitas guiadas para todos los gustos y edades.
Algunas de estas visitas guiadas cuentan además con el aliciente de ser "dramatizadas" es decir, una serie de actores y actrices caracterizados estupendamente aportan una nota de realismo al recorrido apareciendo puntualmente para que los asistentes a las visitas descubran así parte de los sucesos que acontecieron en aquello que se está visitando.
No me digáis que no es genial.
Valladolid tiene muchos atractivos turísticos y estas rutas y visitas completan el programa que uno puede hacerse durante a la escapadita por la urbe, siempre imagino de la mano del turismo gastronómico y del enoturismo, dos de los mayores atractivos de la ciudad y que están llevando el nombre de esta tierra por todo el planeta.
Estas visitas teatralizadas abarcan diversas temáticas y contamos además con una específica sobre el paso imborrable de Santa Teresa por la ciudad, quien dejó su esencia en algunos lugares de Valladolid donde aún se puede sentir su huella.
La verdad es que esto es igual de interesante para aquellos que nos visitan desde otras ciudades u otros países, como para los mismos vallisoletanos, quienes a fuerza de costumbre y de lo cotidiano, a veces no reparan en la cantidad de curiosidades y de lugares especiales que oculta la ciudad.
Está fenomenal también la oferta de rutas y actividades concebidas para disfrutar en familia, puesto que los pequeños quizás abusan demasiado de las videoconsolas y de la televisión y esta es una estupenda manera de aprender infinidad de cosas de forma amena y divertida.
A los pequeños lógicamente no les voy a hablar de enoturismo, ya llegará su momento de descubrirlo y entusiasmarse con el, pero hay muchas cosas que les pueden encantar y seguro que sus padres se felicitarán cuando les vean disfrutar sin un mando en la mano y sin estar pegados a una pantalla.
Y si no se es mucho de pasear y se prefieren otras opciones más rápidas o cómodas, aquí tenemos también un estupendo bus turístico que recorre la ciudad y que resulta muy útil para aquellos que tiene menos tiempo para conocer Valladolid.
Otra gran opción es aprovechar lo llana que es la metrópoli y lo bien planteada que está para visitarla en bicicleta, ya que se pueden alquilar bicicletas turísticas y recorrer Valladolid dando unas cuantas pedaladas.
Son muchos los vecinos que utilizan este medio de desplazamiento y es estupendo, siempre que no llueva mucho y que se tenga un mínimo de prudencia y de respeto por los peatones y por los usuarios de otros vehículos, ya que uno en bicicleta puede ocasionar sin quererlo incidentes peligrosos, del todo evitables si se atienden las normas más elementales de tráfico y de urbanidad. Eso implica también el respeto que todos los ciclistas deben recibir de conductores de automóviles y vehículos más voluminosos.
En fin, que se presenta un otoño muy completito y con gran variedad de propuestas para todos los que quieran disfrutar de Valladolid y en Valladolid.
Para concretar y reservar plaza en cualquiera de las visitas no hay más que ponerse en contacto con la Oficina de Turismo de Valladolid, bien acercándose por su sede junto a la Acera de Recoletos o llamando por teléfono al número 983219310 donde os atenderán amablemente.
Y si os encontráis con un pequeño bichejo peludo por la calle no os asustéis, que no muerdo ni hago nada, eso si, no me mojéis ni me deis de comer después de las doce aunque os lo pida poniendo ojitos.
Disfrutad tanto de esta ciudad como lo hago yo.
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