En esta preciosa foto de Javier Prieto,podemos ver una imagen nocturna de la ciudad donde se aprecian multitud de atractivos que han servido para atraer a cientos de miles de visitantes durante el año 2014, que según las estadísticas del Instituto nacional de estadística, ha sido el mejor año turístico de Valladolid en la historia de la ciudad.
Un 8% más de pernoctaciones hoteleras que el año anterior, convirtiendo esta ciudad en destino de referencia y sobre todo para los turistas nacionales, siendo los madrileños y castellano y leoneses nuestros visitantes más fieles.
El turismo internacional también ha crecido en un 16% sobre los datos de el 2013 y gran parte de ello se debe a la importancia del turismo idiomático.
Son muchos los sectores que han hecho de esta ciudad tan atractiva turísticamente y la ya famosa gastronomía vallisoletana y su enoturismo con 5 diferentes D.O. en la provincia, refuerzan de forma muy agradable la importancia de Valladolid como ciudad de congresos.
La oferta cultural sigue creciendo tanto en calidad como en cantidad, con una programación de primera linea en los teatros y salas de la ciudad.
Hace nada os contaba lo bueno y variado de la oferta museística y no me cabe duda de que tanta variedad cultural ha influido directamente en esta masiva asistencia de visitantes a la ciudad.
Hay muchos y muy buenos reclamos, como el TAC o las Ferias y fiestas así como aquello por lo que se está trabajando para que en 2016 vuelva a repetirse: Los pingüinos.
Se también que el hecho de que desde este mes se vuelvan a permitir conciertos y animaciones musicales en directo en muchos bares de la ciudad, servirá para dotar de un mayor aliciente a las escapaditas de muchos turistas que vienen a disfrutar de todo lo bueno que hay en esta ciudad.
A mi Valladolid me atrapó desde el primer día y de hecho me he instalado aquí y de momento no pienso ni plantearme el moverme.He vivido en muchos sitios de este planeta y no encuentro ahora mismo muchos lugares que aglutinen tantas de las cosas que me apasionan.
Como no, hay que tener en cuenta el esfuerzo de muchos para organizar visitas guiadas y teatralizadas por la urbe, tanto para adultos como para familias con niños y eso a la larga redunda en la aceptación y el cariño de quienes se acercan por aquí.
Por último, pero no menos importante, el impacto económico de este turismo se traduce en que los visitantes han dejado 110 millones de euros en la ciudad, con lo que ha sido una fantástica inyección de esperanza para muchísimos trabajadores, empresas y negocios vallisoletanos.
Mi más sincera enhorabuena.
martes, 27 de enero de 2015
miércoles, 21 de enero de 2015
Degustando arte
Esto es lo bueno que tiene Valladolid, que además de salir a degustar vinos ricos y tapas de escándalo, hay una oferta de arte para todos los gustos y de todo tipo.
Son muchos los museos y las salas de exposiciones y ya he hablado en otras entradas de este blog, de museos como el Museo Patio Herreriano, el Museo de la Ciencia o la Casa -museo de José Zorrilla, pero es de justicia mencionar además la posibilidad de acceder a exposiciones en otros muchos sitios, como la sala de exposiciones de San Benito, el Museo de La Pasión, el Museo nacional de escultura, el Museo del toro, la Casa de Colón, la Casa Cervantes, la Casa Revilla y un largo etcétera.
Sin ir más lejos ahora mismo podemos entrar a ver diversas exposiciones y quiero destacar entre ellas la que se encuentra en el Museo de La Pasión, cuyo nombre ya resulta de lo más interesante: Dalí y La Divina Comedia.
Es una exposición en la que encontramos aquel centenar de ilustraciones que el genial pintor hizo por encargo del gobierno italiano para conmemorar el nacimiento de Dante y que están distribuidas en tres apartados, infierno, purgatorio y paraíso.
El acceso a esta exposición es completamente gratuito, al igual que el acceso a las salas de exposiciones municipales y a día de hoy, podemos encontrar otra muy interesante en la sala de Las francesas sobre Santa Teresa y otra bien chula de fotografía en San Benito.
Aquí el arte se mueve y eso lo podemos apreciar en el Patio Herreriano sin ir más lejos, donde siempre andan exponiendo colecciones y muestras de lo más variadas y resultonas, que despiertan la atracción de cuantos se acercan por allí.
El arte está vivo y es responsabilidad nuestra mantenerlo vivo a base de acudir a cuanta exposición podamos, ya que enriquece el alma y admirar el trabajo de los artistas es uno de los motivos por el que estos quieran seguir creando para disfrute de todos.
Lo cierto es que igual peco de escribir constantemente sobre enoturismo y gastronomía, pero es que tanto la elaboración del vino, como la creación de los cocineros, son también dos formas de hacer arte y como tal lo considero.
No obstante lo genial de todo esto es que son cosas compatibles, porque uno de mis planes favoritos es salir a ver una exposición o un espectáculo y después tomarme un vinito rico con una de esas tapas deliciosas que por aquí pululan.
Creo que hacer una escapada cultural a Valladolid colmará a los más exigentes sin lugar a dudas.
De hecho el Museo nacional de escultura de esta ciudad está considerado como el mejor de España, y eso no lo digo yo, lo afirman miles de expertos en la materia.
En cualquier caso, aquí se puede alimentar el alma, el espíritu y el cuerpo por igual y yo os animo a venir a hacerlo.
Merece la pena, palabra de Mogway.
Son muchos los museos y las salas de exposiciones y ya he hablado en otras entradas de este blog, de museos como el Museo Patio Herreriano, el Museo de la Ciencia o la Casa -museo de José Zorrilla, pero es de justicia mencionar además la posibilidad de acceder a exposiciones en otros muchos sitios, como la sala de exposiciones de San Benito, el Museo de La Pasión, el Museo nacional de escultura, el Museo del toro, la Casa de Colón, la Casa Cervantes, la Casa Revilla y un largo etcétera.
Sin ir más lejos ahora mismo podemos entrar a ver diversas exposiciones y quiero destacar entre ellas la que se encuentra en el Museo de La Pasión, cuyo nombre ya resulta de lo más interesante: Dalí y La Divina Comedia.
Es una exposición en la que encontramos aquel centenar de ilustraciones que el genial pintor hizo por encargo del gobierno italiano para conmemorar el nacimiento de Dante y que están distribuidas en tres apartados, infierno, purgatorio y paraíso.
El acceso a esta exposición es completamente gratuito, al igual que el acceso a las salas de exposiciones municipales y a día de hoy, podemos encontrar otra muy interesante en la sala de Las francesas sobre Santa Teresa y otra bien chula de fotografía en San Benito.
Aquí el arte se mueve y eso lo podemos apreciar en el Patio Herreriano sin ir más lejos, donde siempre andan exponiendo colecciones y muestras de lo más variadas y resultonas, que despiertan la atracción de cuantos se acercan por allí.
El arte está vivo y es responsabilidad nuestra mantenerlo vivo a base de acudir a cuanta exposición podamos, ya que enriquece el alma y admirar el trabajo de los artistas es uno de los motivos por el que estos quieran seguir creando para disfrute de todos.
Lo cierto es que igual peco de escribir constantemente sobre enoturismo y gastronomía, pero es que tanto la elaboración del vino, como la creación de los cocineros, son también dos formas de hacer arte y como tal lo considero.
No obstante lo genial de todo esto es que son cosas compatibles, porque uno de mis planes favoritos es salir a ver una exposición o un espectáculo y después tomarme un vinito rico con una de esas tapas deliciosas que por aquí pululan.
Creo que hacer una escapada cultural a Valladolid colmará a los más exigentes sin lugar a dudas.
De hecho el Museo nacional de escultura de esta ciudad está considerado como el mejor de España, y eso no lo digo yo, lo afirman miles de expertos en la materia.
En cualquier caso, aquí se puede alimentar el alma, el espíritu y el cuerpo por igual y yo os animo a venir a hacerlo.
Merece la pena, palabra de Mogway.
lunes, 12 de enero de 2015
En el LAVA
Ya sabéis que hablo mucho de este espacio cultural, el Laboratorio de las Artes de Valladolid.
Desde que llegué aquí tuve la suerte de que se inauguró y abrió al público este complejo artístico y digo complejo porque engloba diversos espacios. El más grande es esa espectacular y moderna sala Concha Velasco, que como no podía ser de otra forma lleva el nombre de una gran actriz y artista vallisoletana.
La sala Concha Velasco está diseñada con gran mimo y todo lujo de detalles y acudir allí a ver un espectáculo es garantía de disfrute, ya que entre lo genial del espacio y la calidad de sus técnicos, no hay vez que no haya disfrutado como un bebé.
Público y artistas le otorgamos al Cesar lo que es del Cesar y todos sabemos que el equipo humano y técnico del Lava es además de muy profesional, de gran valía por estar enamorados de su trabajo y vivirlo con pasión.
Este complejo está ubicado allí donde antaño estaba el matadero y se ha conseguido cambiar por completo ese aura energético tan triste por una energía muy positiva y dinámica.
Junto a la concha Velasco, encontramos el resto de espacios donde también se realizan talleres conciertos, recitales literarios y actividades de lo más diversas. Sala negra, sala blanca y sala 221, se llenan siempre de arte y propuestas artísticas muy variadas.
Yo tengo la suerte de conocer a una de las personas que asumió el control del timón de este espacio, el bailarín leones Alfonso Ordoñez, que lleva dedicada a la cultura toda su vida.
Gran persona y gran amigo, no duda en programar espectáculos de toda índole porque sabe que el público de esta ciudad es muy exigente y de gustos variados y no quiere dejar a nadie sin su porción de disfrute.
Hablando de disfrutar, justo al ladito del Lava hay un espacio ideal para tomar un vinito al salir del espectáculo, con una cocina estupenda donde a diario demuestran el porque se hicieron con un premio nacional a la mejor tortilla de patatas. Que gran invento este de la tortilla de patatas. En una ciudad como Valladolid, donde la gastronomía es un arte, la tortilla de patatas solo podía considerare como una sinfonía y más que como una tapa, como un entremés teatral.
Vamos, que cada escapadita que me hago por el Lava y su entorno es genial para alimentar cuerpo y alma, antes de las doce, eso si, que si no la preparo.
Este año el Lava está en plena cuarta temporada y espero y deseo que el día de mañana llegue a ser como otro de los grandes referentes culturales de Valladolid, el Teatro Calderón y celebre también su 150 aniversario.
Otra cosa no, pero desde que me he instalado en Valladolid, he engordado un par de kilitos y me he vuelto de lo más cultureta.
Vivir aquí es una gozada para aquellos que amamos el arte y los placeres culinarios y enológicos.
En mis redes sociales, seguiré informando puntualmente de cuanto en este espacio se lleve a cabo.
Desde que llegué aquí tuve la suerte de que se inauguró y abrió al público este complejo artístico y digo complejo porque engloba diversos espacios. El más grande es esa espectacular y moderna sala Concha Velasco, que como no podía ser de otra forma lleva el nombre de una gran actriz y artista vallisoletana.
La sala Concha Velasco está diseñada con gran mimo y todo lujo de detalles y acudir allí a ver un espectáculo es garantía de disfrute, ya que entre lo genial del espacio y la calidad de sus técnicos, no hay vez que no haya disfrutado como un bebé.
Público y artistas le otorgamos al Cesar lo que es del Cesar y todos sabemos que el equipo humano y técnico del Lava es además de muy profesional, de gran valía por estar enamorados de su trabajo y vivirlo con pasión.
Este complejo está ubicado allí donde antaño estaba el matadero y se ha conseguido cambiar por completo ese aura energético tan triste por una energía muy positiva y dinámica.
Junto a la concha Velasco, encontramos el resto de espacios donde también se realizan talleres conciertos, recitales literarios y actividades de lo más diversas. Sala negra, sala blanca y sala 221, se llenan siempre de arte y propuestas artísticas muy variadas.
Yo tengo la suerte de conocer a una de las personas que asumió el control del timón de este espacio, el bailarín leones Alfonso Ordoñez, que lleva dedicada a la cultura toda su vida.
Gran persona y gran amigo, no duda en programar espectáculos de toda índole porque sabe que el público de esta ciudad es muy exigente y de gustos variados y no quiere dejar a nadie sin su porción de disfrute.
Hablando de disfrutar, justo al ladito del Lava hay un espacio ideal para tomar un vinito al salir del espectáculo, con una cocina estupenda donde a diario demuestran el porque se hicieron con un premio nacional a la mejor tortilla de patatas. Que gran invento este de la tortilla de patatas. En una ciudad como Valladolid, donde la gastronomía es un arte, la tortilla de patatas solo podía considerare como una sinfonía y más que como una tapa, como un entremés teatral.
Vamos, que cada escapadita que me hago por el Lava y su entorno es genial para alimentar cuerpo y alma, antes de las doce, eso si, que si no la preparo.
Este año el Lava está en plena cuarta temporada y espero y deseo que el día de mañana llegue a ser como otro de los grandes referentes culturales de Valladolid, el Teatro Calderón y celebre también su 150 aniversario.
Otra cosa no, pero desde que me he instalado en Valladolid, he engordado un par de kilitos y me he vuelto de lo más cultureta.
Vivir aquí es una gozada para aquellos que amamos el arte y los placeres culinarios y enológicos.
En mis redes sociales, seguiré informando puntualmente de cuanto en este espacio se lleve a cabo.
viernes, 2 de enero de 2015
Año nuevo en la ciudad
Pues arranca un nuevo año en el mundo y yo lo viviré en Valladolid.
Este año promete una barbaridad ya que entre otras cosas el Teatro Calderón está de aniversario y esta siendo una temporada fantástica en cuanto a calidad y variedad de los espectáculos programados.
El Lava también trae una programación más que interesante y todos los museos, casas museo y salas de exposiciones municipales se han currado unas exposiciones y unas actividades de lo mejorcito.
También es un año que promete muchísimo por haber entrado ayer en vigor la autorización para que vuelva a los bares la música en directo, cosa que ya se echaba de menos.
Poco se puede decir de ese pedazo de 60 aniversario de nuestra Semana de Cine, la Seminci siempre se va superando año a año y si esta pasada edición fue de lo más sorprendente y rica en contenidos, seguro que la que viene será estupenda.
El vino de Valladolid sigue siendo la punta de lanza en cuanto a la promoción de la ciudad y mira tu por donde, el buen vino mejora con los años, así que el que pase otro añito nos viene de perlas.
El turismo sigue creciendo y un gran atractivo es el turismo idiomático, que hace que vengan personas de todo el mundo a aprender español en una ciudad que tiene fama universal de ser aquella donde mejor castellano se habla.
La gastronomía es otro de los grandes referentes vallisoletanos. El concurso nacional de pinchos ha hecho de Valladolid uno de los lugares donde el pincho o "tapa" ha cobrado un protagonismo especial y los hosteleros de la ciudad animan a sus jefes de cocina a dedicarle a las tapas todo el tiempo que se merecen, creando de esta forma un abanico de delicias que se escapa del placer alimenticio yendo un pasito más allá.
Las compañías de teatro vallisoletanas van dejando el pabellón bien alto por todas partes y contamos aquí con grandes actrices y actores, así como con excelentes directores de escena.
Grupos como los Cosmic Birds y los Arizona Baby o los ya míticos Celtas cortos, han hecho que la música que salé de esta ciudad guste por todas partes.
En fin, que este año que entra va a ser ideal para que los ciudadanos disfruten de su ciudad y para que aquellos que aún no la conocen se hagan una escapadita para confirmar todo lo que cuento sobre ella.
Si el año anterior fue la tercera ciudad de España en cuanto a crecimiento turístico, este año seguro que sigue consolidándose como una de las ofertas nacionales más interesantes y completas.
Si aquí hay hasta playa, aunque no llegue el mar.
Agradezco a los vallisoletanos la excelente acogida que he recibido y agradezco su cariño y paciencia, ya que no lanzarme globos de agua ni tentarme con una tapita después de las doce de la noche merece cuando menos mi agradecimiento.
Este año promete una barbaridad ya que entre otras cosas el Teatro Calderón está de aniversario y esta siendo una temporada fantástica en cuanto a calidad y variedad de los espectáculos programados.
El Lava también trae una programación más que interesante y todos los museos, casas museo y salas de exposiciones municipales se han currado unas exposiciones y unas actividades de lo mejorcito.
También es un año que promete muchísimo por haber entrado ayer en vigor la autorización para que vuelva a los bares la música en directo, cosa que ya se echaba de menos.
Poco se puede decir de ese pedazo de 60 aniversario de nuestra Semana de Cine, la Seminci siempre se va superando año a año y si esta pasada edición fue de lo más sorprendente y rica en contenidos, seguro que la que viene será estupenda.
El vino de Valladolid sigue siendo la punta de lanza en cuanto a la promoción de la ciudad y mira tu por donde, el buen vino mejora con los años, así que el que pase otro añito nos viene de perlas.
El turismo sigue creciendo y un gran atractivo es el turismo idiomático, que hace que vengan personas de todo el mundo a aprender español en una ciudad que tiene fama universal de ser aquella donde mejor castellano se habla.
La gastronomía es otro de los grandes referentes vallisoletanos. El concurso nacional de pinchos ha hecho de Valladolid uno de los lugares donde el pincho o "tapa" ha cobrado un protagonismo especial y los hosteleros de la ciudad animan a sus jefes de cocina a dedicarle a las tapas todo el tiempo que se merecen, creando de esta forma un abanico de delicias que se escapa del placer alimenticio yendo un pasito más allá.
Las compañías de teatro vallisoletanas van dejando el pabellón bien alto por todas partes y contamos aquí con grandes actrices y actores, así como con excelentes directores de escena.
Grupos como los Cosmic Birds y los Arizona Baby o los ya míticos Celtas cortos, han hecho que la música que salé de esta ciudad guste por todas partes.
En fin, que este año que entra va a ser ideal para que los ciudadanos disfruten de su ciudad y para que aquellos que aún no la conocen se hagan una escapadita para confirmar todo lo que cuento sobre ella.
Si el año anterior fue la tercera ciudad de España en cuanto a crecimiento turístico, este año seguro que sigue consolidándose como una de las ofertas nacionales más interesantes y completas.
Si aquí hay hasta playa, aunque no llegue el mar.
Agradezco a los vallisoletanos la excelente acogida que he recibido y agradezco su cariño y paciencia, ya que no lanzarme globos de agua ni tentarme con una tapita después de las doce de la noche merece cuando menos mi agradecimiento.
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